En la búsqueda
del constante cambio,
comienza a ser habitual
que cada nuevo
y pequeño parto
sea observado
por decenas de dobles ojos
que se asoman
con el corazón
desanclado.
Al fin y al cabo,
¿quién piensa en el riesgo
cuando se enfrenta
a una verdadera necesidad?
Simplemente
bocas
que alimentar.
No se habla
entonces de valor
tan sólo nos mueve
el instinto
de crear.
RAAFA DELAGUETTO
Un encabalgamiento constante muy acusado. Analizarlo queda al lector en las intenciones del escritor.
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