Ellos necesitaban sus cadenas.
Esos grilletes invisibles eran los más dolorosos pero también los más familiares.
Les permitían hacerse los ciegos y aferrarse a sus miedos.
Les permitían pudrirse por dentro y enviar miradas de odio al exterior.
Miradas de odio en el primer café, en la oficina, en sus casas, incluso entre sus sábanas seguían enviando miradas de odio.
Odio.
Y cuanto ellos más odiaban, más amábamos nosotros...
RAAFA DELAGUETTO
fear... |
Fuente de la imagen:http://www.scottcounseling.com/wordpress/school-anxiety-and-school-phobia/2008/03/04/
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