Pedro se encuentra sentado en su habitación
mirando el vacío que se ha instalado en la pared
y en sus ojos plagados de lágrimas.
Siente sus dedos atenazados, incapaces de actuar
su mente bloqueada
la textura de sus neuronas oxidada
se siente incapaz de luchar y acabar con esa herrumbre
mientras sus piernas atrofiadas y derrotadas
se niegan a enfrentar y recorrer
el camino necesario
para que vuelva a fluir la sangre
por sus extremidades desarticuladas.
Sólo ve dos caminos frente a sus ojos empañados
a sus ojos desgastados y desilusionados
perdidos y quebrados,
uno de ellos sólo le exige una acción
plagada de determinación
para que todo acabe...
El otro le obliga a comenzar de nuevo
reventando muy despacio, de dentro hacia afuera
su cerebro, renovando
todas y cada una de sus acciones
que dinamitaron su pasado
oxigenando, ampliando
su futuro y el presente
que ahora se parte desgastado.
En un instante que se le hacen años
decide moverse, muy despacio
empezando por sus dedos
casi ajenos a sus manos.
Y así comienza el nuevo camino
que le llevará donde deseé
a la alegría, al amor,
a una gran fuerza en sus brazos
a vivir con intensidad...
y se empieza con un paso.
RAAFA DELAGUETTO
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