Fue la
manzana de Ana
la que
se comió Andrés,
pensando
que estaba prohibida
y le
estaba esperando a él.
Entre
sudor y lágrimas
la
noche duró
hasta el atardecer,
hasta el atardecer,
y ese
fue el principio
de un
amor hasta la vejez.
RAAFA DELAGUETTO
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