Me uno a ella
porque sé que tambien
ha vuelto...
del infierno.
Nuestros pies encallados
ya no sienten
cuando atraviesan
las brasas al rojo.
Compramos un billete de ida
y lentamente acabamos llegando.
Y cogidos de la mano
nos miramos y sonreimos...
ahora sólo tengo
que lamer las horas
dulcemente
esperando el momento
de verte.
RAAFA DELAGUETTO
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